En el artículo Cuándo sacar al bebé de la habitación escribí:
La perversión del lenguaje refleja las costumbres sociales.
Esta frase quiere llamar la atención sobre la tiranía de la expresión "sacar al bebé", reflejo del adultocentrismo de nuestra sociedad.
Y es que en estos procesos de separación, por más respetuosos que sean, no estamos teniendo en cuenta la opinión del niño, que seguramente preferiría seguir durmiendo con los padres más tiempo. Sin embargo, escribo este artículo para que los padres que, informados, decidan pasar al niño a otra habitación, en espera de que estas líneas les sean de utilidad, a ellos y a su bebé.
Recordemos que el colecho favorece el descanso de la madre y se asocia a mayor duración de la Lactancia, por lo que recomendamos que el colecho se mantenga hasta los dos años como mínimo que recomienda la Organización Mundial de la Salud que dure la Lactancia.
Además, para que el proceso culmine con éxito, se tienen que reunir, al menos, los siguientes requisitos:
- Que el niño duerma seguido toda la noche casi todos los días. Si se despierta con frecuencia, el colecho favorecerá el descanso de todos.
- Que el niño pueda entender que sus padres durante la noche se cambien de habitación. Los bebés y los niños pequeños se angustian si se despiertan y no ven a sus padres.
La técnica es sencilla: para sacar al niño hay que sacar a uno de los padres.
El padre o la madre dormirán al niño en la habitación independiente y, una vez dormido el niño, si el padre o la madre continúan despiertos y lo desean, podrán regresar al dormitorio de matrimonio.
Esta técnica conduce al modo de sueño imperante en mi familia, que en el otro artículo denominamos "cama musical". Unos días, mi marido y yo nos vamos cambiando de cama en función de los despertares de nuestras tres hijas, para acompañarlas hasta que se duermen; otros, son nuestras hijas mayores las que se cuelan en nuestra cama.
Feliz sueño.
Dra. Rocío Martín-Gil Parra
Consulta Médica de Lactancia